Zaharamundi

El Cachón, frontera física entre la realidad y Zaharamundi, donde se concentra el arte y el sentir de nuestro pequeño mundo gaditano. Pescadores, artistas, artesanos, tunantes, camareros, fotógrafos, músicos. Cuesta cruzar el Cachón para abandonar el pueblo, y es una alegría cada vez que giras la rotonda en dirección de vuelta y cruzas el puente. Bueno, también puedes llegar por la “Z-30” dirección a Atlanterra, pero esa es otra historia. Llegas a Zahara. Patria del cachondeo.

Zaharamundi. La particular visión de un fotógrafo sobre la tierra elegida para vivir. Carlos Yebra y su Zahara de los Atunes; su pequeño mundo; el lugar donde se encuentra cada día. El sur que le sirve de aliento y lo inspira.  Una óptica personal de un pueblo que, por infinito, se convierte en un mundo  del que se hace imposible partir. El Cachón es la frontera, cruzarla: complicado. Siempre cuesta y, cuando se hace, es con la mente puesta en el próximo regreso. Zaharamundi. El mundo de los que eligen vivir en el paraíso. De los que huyen de la ciudad, de los que buscan lo cotidiano, lo natural, lo intenso, lo verdadero. 

Zaharamundi, un lugar escondido en el más profundo corazón de Cádiz, lleno de pequeños grandes mundos en los que sumergirse cada nueva mañana para descubrir una nueva forma de mirarlos, de conocerlos, de sentirlos, de explorarlos.

Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones

Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.